Entre exageraciones y evidencias cientifícas

Gabriel Bidegain

En migración como en otros temas hay una exageración en el volumen y con cifras terminadas en cero, lo cual responde a lógicas muy diferentes (pueden ser políticas, de movilización de recursos, etc., institucionales, políticas, de organismos de la sociedad civil u organismos internacionales).

Siempre hay relatos magnificando el tema. Lo importante es desmitificar y no creer siempre en las cifras avanzadas y sobretodo sin son terminadas en cero.

Hay que poner las estimaciones o cifras en su contexto y en relación a su tema original para no caer en exageraciones. A título de ejemplo, el número de fallecidos en el terremoto que destruyó totalmente a Leogane y parte de Puerto Príncipe en Haití. En dicho caso se tiende a exagerar el número de muertos y NO se compara con los fallecidos anualmente. La estimación oficial de indicaba que hubieron 221,000 decesos que aumentó, luego, a 316,000 defunciones. Cifras que parecen muy abultadas. Una estimación de Schwartz, en 2011, para la Agencia de Ayuda al Desarrollo de los Estados Unidos de America (USAID), llega a 65,575 defunciones.

En mi opinión, la cifra de decesos no podría superar las 5 cifras. Normalmente, si seguimos los datos oficiales se producen unos 91,000 decesos al año. Es decir, que si se sigue dicha estimación oficial se habrían perdido, en 30 segundos, 3 años de defunciones. En términos comparativos con los Estados Unidos, (mueren 2,5 millones anualmente) dicho país hubiera perdido 7,5 millones de habitantes muy superiores al ciclón Katrina (1500) o a los atentados terroristas en New York en 1991(menos de 3000).

Es necesario recordar que como señaló RAVESTEIN y adoptado por LEE, en 1966, (ambos grandes teóricos de los estudios de migración), "migración significa vida y progreso. Una población sedentaria estancamiento”

Es preciso reivindicar a los censos de población y encuestas, más allá de posible sub registro, los cuales dan evidencia científica frente a relatos diversos. Existen, además, técnicas para medir el error en ambos casos.

Aunque pueda parecer sencillo medir la migración no es así. Además, NO hay que confundir migración con migrantes. Existen diferentes desplazamientos de población (desgraciadamente no existen instrumentos para medir dichos movimientos como indica Domenach, en Notas de Población de CEPAL/CELADE, en 1998), pero en lugar de estudiar, la migración en sentido amplio, lo más operacional actualmente es medir a los migrantes o stock de migrantes (los que fueron detectados por los Censos de Población y Vivienda o encuestas especiales en los países de acogida, según el lugar de nacimiento) y que sobrevivieron a la mortalidad y no se desplazaron nuevamente. Se reconoce, además, su limitación en virtud de las evidencias empíricas disponibles.

Lee, en la revista Demography en1966, por su parte intenta plantear una teoría de la migración con 18 hipótesis como complementaria a la de Ravestein y define que” resalta el hecho que los migrantes son selectivos y responden a cómo van a sobrellevar los posibles obstáculos ahí juegan las redes “El mismo “elaboró un esquema simple para la migración y, a partir de él, se formularon ciertas hipótesis con respecto al volumen de la migración, el establecimiento de corrientes y contracorrientes, y las características de los migrantes”.

Arango, en 1985,  indicaba que “En general, puede decirse que los censos y estadísticas similares permiten —mal— medir migrantes, pero no migraciones. El número de éstas es siempre superior al de aquéllos…” Algo similar opina Domenach. Lo cual es compartible pero por ahora es lo único que existe.

Como indica LEE, “La migración se define en términos generales como un cambio de residencia permanente o semipermanente. No se restringe la distancia del movimiento o la naturaleza voluntaria o involuntaria del acto, y no se hace distinción entre la migración externa e interna”.

Como indica Domenach, otro teórico de la migración, en 2007, “En la evolución del planeta, las mutaciones en materia de migraciones han sido muy importantes durante las tres últimas décadas. De hecho, un argentino o un boliviano tienen una alta probabilidad de comportamiento migratorio totalmente diferente de la de sus padres”


Según Hervé Domenach, en Notas de Población, en 1998, “tres fuerzas principales contribuyen a la mutación de las estructuras socioeconómicas que inducen nuevas dinámicas migratorias: el crecimiento demográfico en el planeta y su distribución espacial, la generalización de los intercambios comerciales, la revolución de las tecnologías y de los medios de comunicación” es decir que hay elementos que incentivan las migraciones internacionales”.

El mismo autor indicaba que “Las migraciones son a menudo consideradas como un síntoma de desorden; el migrante puede, a la vez, ser excluido por la sociedad anfitriona y rechazado por la de origen, mientras que el extranjero es frecuentemente el chivo expiatorio ideal de los políticos demagogos, de los sectores sociales frustrados o de los gobernantes fracasados.” Algo similar  sostiene Sutcliffe “Una sociedad que genera mucha emigración es considerada una sociedad problemática o patológica”.

Si bien se debería ir más allá, como sugieren Domenach y Arango para a ver todos los movimientos migratorios actualmente la posibilidad teórica y los datos lo impiden.  Según Domenach “…es hora de bregar a favor de un discurso global sobre la migración, es decir, literalmente, de una "migratologia" que permita aprehender la modemidad migratoria según las mutaciones societales contemporáneas y la consecuente evolución de sus dos dimensiones analíticas fundamentales: "espacio-tiempo" y "flujos-stock. Finalmente, se plantea la cuestión de la identidad científica, en el sentido epistemológico, a que puede aspirar el fenómeno de la migración.”

Domenach y Picouet, en 1996 decían “Sea interna o internacional, la migración responde a los mismos resortes socioculturales y económicos, aunque evidentemente las repercusiones políticas de una y otra no son las mismas”.

Es cierto que como indica Domenach” Cabe preguntarse, por ejemplo, sobre el valor analítico de un saldo migratorio cuando no se han tomado en cuenta más que los movimientos legales, en circunstancias de que en numerosas regiones los flujos clandestinos son claramente preponderantes. O bien, incluso ¿hasta qué punto, estadístico pero también político, pueden ser homologados los migrantes recientes y los migrantes antiguos?”.

La migración y sobre todo internacional  es un tema muy importante y  tiene  gran prensa (sin embargo, son solamente  el 3,5%, según las Naciones Unidas, a nivel mundial)  hay  países que siguen expulsando población y es una situación muy dramática tanto para los migrantes como para su familia igualmente para el país. Por  eso  también hay que estudiar en profundidad  a los que se quedan y conocer los motivos de no migrar.

Entre relatos y evidencias científicas siempre hay que quedarse con estas últimas que están más apegadas a la realidad.

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